Según la OIT (Organización Internacional del Trabajo) y su informe «COVID-19 y el mundo del trabajo: garantizar la inclusión de las personas con discapacidad en todas las fases de la respuesta», las personas con discapacidad, que son el 15% de la población mundial, se enfrentan a la marginación en términos sociales, económicos y de salud, así como a limitaciones de los servicios públicos para llegar a ellas. Según el informe de la ONU «Policy Brief: A Disability-Inclusive Response to COVID-19», la crisis mundial de COVID-19 está profundizando las desigualdades preexistentes, poniendo de manifiesto el alcance de la exclusión y destaca que es imprescindible trabajar por la inclusión de la discapacidad.
Las personas con discapacidad -mil millones de personas- tienen más probabilidades de vivir en la pobreza, sufren mayores índices de violencia, abandono y abuso, y se encuentran entre los más marginados de cualquier comunidad afectada por una crisis. El COVID-19 ha agravado aún más esta situación, afectando de forma desproporcionada a las personas con discapacidades. Estas personas necesitan una serie de intervenciones especializadas para acceder al desarrollo de habilidades y al trabajo, incluyendo dispositivos de asistencia y acceso a servicios de empleo.
El proyecto pretende contribuir a crear el entorno adecuado para mejorar las condiciones de seguridad en el trabajo de las personas con discapacidad. En este contexto, Safe4All pretende contribuir a:
Nuestro socio belga en este proyecto, Ubuntu, ha desarrollado un documento para contextualizar y explicar la metodología educativa cognitiva para la formación inclusiva. Puedes descargarlo en este enlace.
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