- La joven tenía previsto viajar de Sevilla a Milán el pasado viernes, pero, una vez dentro del avión, la compañía aérea no le permitió volar ya que las medidas de la silla “no eran las correctas” cuando previamente le aseguraron que sí
- La entidad reprende estas situaciones que son un ejemplo más de la vulneración de derechos que sufren en los aviones las personas con discapacidad física especialmente
IMPULSA IGUALDAD denuncia la discriminación que sufrió una joven usuaria de silla de ruedas eléctrica el pasado viernes, 26 de enero, en el Aeropuerto de Sevilla por parte de Ryanair, al no poder realizar el vuelo que tenía previsto a Milán, específicamente por este motivo.
Este caso no es un caso aislado, se trata de uno más de los que se producen habitualmente en los aeropuertos, principalmente protagonizados por personas con discapacidad usuarias de silla de ruedas, que se encuentran con trabas para poder acceder al avión con esta herramienta imprescindible para su movilidad.
Además de vulnerar los derechos de estas personas a viajar, en este caso en avión, algo inconcebible que se siga produciendo en la actualidad, y de exponerlas a situaciones discriminatorias por esta circunstancia, se sigue incumpliendo el derecho a la accesibilidad universal recogido en la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, donde se incluye el transporte, la información y las comunicaciones.
Una más de muchas vulneraciones
En el vídeo compartido en redes sociales por una amiga de la afectada, asegura que había avisado de esta circunstancia, ser usuaria de silla de ruedas eléctrica, y había informado de las características y medidas de la misma, a lo que la compañía le respondió que estaba todo correcto.
El problema surgió cuando, ya dentro del vuelo, le indicaron que esas medidas no eran las correctas. Para solventar la situación, solo le ofrecieron dos opciones: o que no volase o volar, pero estropeando el joystick de la silla, sin que nadie le pudiera garantizar de que, en el destino, en Italia, se lo iban a poder arreglar, opción que descartó: “¿Cómo me voy a mover yo por Italia si no puedo arreglar esto?”, ya que son sus “pies y manos”. Finalmente, la usuaria tuvo que abandonar el avión, se quedó en tierra: “Ryanair ha jugado conmigo muy fuertemente”, se lamentó la joven.
Por otra parte, desde IMPULSA IGUALDAD también ponen de manifiesto la precariedad laboral de los servicios de asistencia en los transportes, así como la escasez de personal que atienda las necesidades de estas personas en su estancia en el aeropuerto y en el propio vuelo.