La idea del proyecto tiene su origen en la comprobación de la experiencia educativa implementada por SiripArte, «Le mani pensano» («las manos piensan»). Esta metodología parte de la idea de la educación táctil, combinando diferentes enfoques, partiendo de los talleres táctiles de Bruno Munari, el aprendizaje por la acción de John Dewey, el método Montessori y la «Metodología Triangular» de Ana Mae Barbosa (basada en la lectura de imágenes, la contextualización histórico-artística y el taller para aprender (consolidar el aprendizaje) a través de una experiencia artística).
Más concretamente, la metodología se centra en experiencias táctiles, que han demostrado su eficacia en el crecimiento emocional y cognitivo de los niños, aplicándolo a la educación artística para los alumnos en riesgo de exclusión. La experiencia con estos materiales puede complementarse con muchas otras modalidades y metodologías dedicadas al desarrollo de la destreza manual de los niños, no sólo con discapacidades sino con todos aquellos con todo tipo de desventajas, como trastornos del aprendizaje o necesidades educativas especiales, que pueden comprometer su éxito en la educación.
Resultados